
Los oligoelementos son elementos químicos que están presentes en los organismos vivos en una concentración muy baja.
Tienen dos tipos de funciones en el cuerpo humano:
1. Una función claramente estructural, es decir, cuando se unen a las moléculas o estructuras moleculares para formar parte de ellas. Por ejemplo: la hemoglobina es un pigmento sanguíneo de cuya estructura molecular forma parte el hierro (Fe), o la tiroxina, que contiene en su estructura iodo (I), o la vitamina B12 que contiene cobalto (Co).
2. Una función meramente funcional, en la cual está basada la oligoterapia catalítica. En este caso el oligoelemento se une a una enzima y es imprescindible para que la enzima pueda funcionar. Las enzimas son estructuras proteínicas que forman parte de muchas reacciones bioquímicas del organismo, hacen que dichas reacciones sean más rápidas y eficaces. A este hecho se le llama catalizar una reacción. Para que estas enzimas puedan actuar en la reacción bioquímica, es necesaria la presencia de algún oligoelemento (llamado cofactor), que se une a la enzima para que la reacción química tenga lugar más rápidamente. Digamos de manera informal que los oligoelementos son la “chispa” necesaria para que la reacción tenga lugar. Y éste es precisamente el fundamento de la OLIGOTERAPIA CATALÍTICA. Catalítica, porque dichos oligoelementos hacen que las reacciones bioquímicas tengan lugar de forma más rápida y efectiva de acuerdo a las necesidades del metabolismo corporal. Catalizar una reacción es ayudar a que ésta tenga lugar aumentando su velocidad.
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